LA ASOCIACIÓN DE CRONISTAS DEL ESPECTÁCULO DE LA ARGENTINA DIO A CONOCER LAS CANDIDATURAS DE LOS PREMIOS AL TRABAJO DE LOS ARTISTAS DE LA ESCENA DURANTE LA TEMPORADA 2015/2016. LOS NOMINADOS DEL CTBA.

Vigilia de noche de Lars Norén. Foto: Carlos Furman


Desde 1992, la agrupación que reúne a los periodistas dedicados a la actividad teatral de Buenos Aires entrega su Premio ACE, destinado a reconocer la labor de actores, directores y demás protagonistas de la escena, en sus diferentes rubros. Para la temporada 2015/2016, las producciones del Complejo Teatral de Buenos Aires recibieron las siguientes candidaturas:          

 

Drama y/o comedia dramática

El Arquitecto y el Emperador de Asiria de Fernando Arrabal, El farmer de Andrés Rivera, en versión de Pompeyo Audivert y Rodrigo de la Serna y Vigilia de noche de Lars Norén

 

Actriz protagónica en drama y/o comedia dramática

Mara Bestelli y Pilar Gamboa por Vigilia de noche

 

Actor protagónico en drama y/o comedia dramática

Luis Machín por Vigilia de noche y Rodrigo de la Serna por El farmer

 

Director en drama y/o comedia dramática

Corina Fiorillo por El Arquitecto y el Emperador de Asiria, Daniel Veronese por Vigilia de noche, y Pompeyo Audivert, Rodrigo de la Serna y Andrés Mangone por El farmer

 

Infantil

Saltimbanquis de Sergio Bardotti y Luis Bacalov

 

Producción

Vigilia de noche 



LUEGO DE VARIAS COMPLICACIONES DE SALUD, MURIÓ LUCRECIA CAPELLO, UNA ACTRIZ QUE BRINDÓ SU TALENTO, SU SENSIBILIDAD Y SU COMPROMISO A LOS ESCENARIOS DEL TEATRO SAN MARTÍN. Y QUE FUE QUERIDA Y ADMIRADA POR SUS PARES.


No sabía por qué, pero desde los seis años, cuando se calzaba unas zapatillas de basquet y bailaba de punta, estaba convencida de ser actriz. Pasó su adolescencia en Valentín Alsina y solía enfrentarse con sus padres, para quienes significaba un disparate regresar en colectivo a su casa, a las dos de la mañana, de una clase de teatro. Pero lo logró: trabajó en teatro, cine y televisión, además de ejercer la docencia en Estados Unidos, Guatemala, El Salvador y Polonia.

Lucrecia Capello (nacida el 2 de diciembre de 1938), se formó con Alejandra Boero en Nuevo Teatro y más tarde integró el grupo Once al Sur, que dirigía su marido de por entonces, Rubens Correa. Debutó en las tablas con Sempronio de Agustín Cuzzani, a la que le siguieron Cuarta era de Giagni y Sbraglia, Sopa de pollo de Arnold Wesker, Equus de Peter Shaffer, Cristales rotos de Arthur Miller, Don Chicho de Alberto Novión y Agosto de Tracy Letts, entre más de 80 piezas. Además integró el elenco estable del San Martín y luego fue convocada para obras tan disímiles como Toque de queda de Carlos Gorostiza, Fetiche de José María Muscari, La casa de Bernarda Alba de García Lorca, Sallinger de Bernard-Marie Koltès y El burgués gentilhombre de Moliére (junto a Enrique Pinti, a quien definió como “mi hermano”).

En cine debutó en 1977 con Saverio el cruel y luego participó en films como Los viernes de la eternidad, El hombre del subsuelo, Espérame mucho, El desquite, Cuerpos perdidos, Apariencias, Vidas privadas, La suerte está echada, Géminis, Papá se volvió loco y Las chicas del 3°, (su último trabajo en pantalla grande). Otros la recuerdan por ficciones de la TV como Los gringos, El proceso, Socorro quinto año, Tiempo final, Culpables, Mujeres asesinas, Dromo, Chiquititas y Sin condena, algunos de los ciclos en los que actuó.

El respeto y la consideración de los que gozó Lucrecia Capello no sólo se debió a su proceder como profesional sino también a su compromiso político, que la llevó a participar en los ciclos Teatro Abierto y Teatro x la Identidad y colaborar con las Abuelas de Plaza de Mayo. Solía decir: “Para ser actor hay que ser generoso y dar lo que se siente”. Así fue Lucrecia Capello. 




LA DIRECTORA CORINA FIORILLO, RESPONSABLE DEL MONTAJE DE “EL ARQUITECTO Y EL EMPERADOR DE ASIRIA” DE FERNANDO ARRABAL, ESTRENADO EL AÑO PASADO EN LA SALA CUNILL CABANELLAS DEL TEATRO SAN MARTÍN, RECIBIÓ ANOCHE EL MÁXIMO GALARDÓN EN LA ENTREGA DE LOS PREMIOS OTORGADOS POR LA ASOCIACIÓN DE CRONISTAS DEL ESPECTÁCULO.

Fotos: GUSTAVO GAVOTTI (CTBA)

Una nueva entrega de los premios de la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE) a la labor teatral 2015/2016 se realizó anoche en el teatro El Nacional, en una ceremonia conducida por Gabriela Radice. 

A continuación, el listado completo con todos los ganadores:

 

> Actuación en obra para un solo personaje: Eleonora Wexler (La Maldecida de Fedra)

> Coreografía: Facundo Mazzei (Franciscus, una razón para vivir)

> Infantil: Saltimbanquis

> Actriz y actor de reparto de drama en comedia dramática: Roly Serrano (Casa Valentina)

> Revelación femenina: Julieta Nair Calvo (Ni con perros, ni con chicos)

> Producción: FA Producciones (Franciscus, una razón para vivir)

> Musical y/o Music Hall: Los Monstruos (Dionisi y Rodríguez)

> Puesta en escena de Opera: Eugenio Zanetti (Don Carlos)

> Actriz en teatro alternativo: Marta Lubos (El Diccionario)

> Director en teatro alternativo: Corina Fiorillo (Nerium Park)

> Espectáculo en teatro alternativo: El Diccionario

> Obra Argentina: Todas las cosas del mundo (Diego Manso)

> Actuación masculina en Musical, Music Hall y/o Café Concert: Mariano Chiesa (Los Monstruos)

> Café Concert: Ni con perros, ni con chicos

> Escenografía: Jorge Ferrari (Nuestras Mujeres)

> Actuación femenina en Musical, Music Hall y/o Café Concert: Karina K (Yiya, el musical)

> Vestuario: Pablo Bataglia (Casa Valentina)

> Revelación masculina: Peter Lanzani (Equus)

> Actor en teatro alternativo: Iván Mochner (Todas las cosas del mundo)

> Dirección de Musical, Music Hall y/o Café Concert: Emiliano Dionisi (Los Monstruos)

> Actor protagónico en Comedia: Luis Ziembrowsky (El Quilombero)

> Director de Comedia: José María Muscari (Casa Valentina)

> Comedia: Nuestras Mujeres

> Drama y/o Comedia dramática: Tribus

> Música Original: Martín Rodríguez (Los Monstruos)

> Actriz protagónica en Comedia: Claudia Lapacó (Filomena Marturano)

> Iluminación: Ariel Del Mastro (Franciscus, una razón para vivir)

> Actriz protagónica en drama y/o comedia dramática: Carola Reyna (El Padre)

> Actor protagónico en drama y/o comedia dramática: Pepe Soriano (El Padre)

> Director de drama y/o comedia dramática: Claudio Tolcachir (Tribus)

> Ace de Oro: Corina Fiorillo






LA FUNDACIÓN AMIGOS DEL TEATRO SAN MARTÍN Y EL COMPLEJO TEATRAL DE BUENOS AIRES PRESENTARON EL LIBRO QUE DA CUENTA DE LAS PRENDAS MÁS IMPORTANTES DEL CENTRO DE VESTUARIO JUNTO CON TESTIMONIOS DE LOS ARTISTAS QUE LAS CREARON.


“Tengo un regalo para ti. He encontrado en Sorrento el más maravilloso de los hilos. Con él se teje una gasa tan sutil que llega hasta el techo si se le sopla, y podemos envejecer esperando que caiga”. Estas palabras del dramaturgo estadounidense Thornton Wilder fueron las elegidas por Muriel Santa Ana, inspirada en Anibal Duarte (Jefe de Sastrería del CTBA) para inaugurar su oratoria en la presentación de Colección tesoro. Vestuario del Teatro San Martín. Luego de ser presentada por Eva Thesleff de Soldati, presidenta de la Fundación Amigos del Teatro San Martín, la actriz enseñó su tesoro: un broche que sólo utiliza en ocasiones especiales, relacionado con “una herencia, un linaje teatral que une a tres actrices”. Se trata de un obsequio que le hizo Milagros de la Vega a Alicia Berdaxagar y que, años más tarde, ésta le regaló a Muriel “para que vista algún personaje”, según se leía en el sobre que tenía la actriz en su bolsillo. 

En su exposición, y tras agradecer a semejantes actrices “por poder portar la eternidad escondida” en aquel broche, Muriel Santa Ana se refirió al reciente libro: “Habla de esa otra piel que nos permite a los actores, al subir al escenario, ser descubiertos por el espectador antes de emitir un sonido o una palabra.”. También elogió a los vestuarios del Complejo, pensados “para ser percibidos a la distancia por el público, perfectamente diseñados y con una excelencia en su realización que a los actores nos abre una ventana a la inspiración”. Un hilo dorado, una pequeña puntilla en un puño tienen, según expresó, el poder de inspirarlos. Joaquín Furriel, compañero de Muriel en el montaje de La vida es sueño de Calderón, que dirigió Calixto Bieito en la Sala Martín Coronado, también participó del acto. El actor recordó especialmente a Alfredo Alcón, con quien compartió escenario en Final de partida de Samuel Beckett (dirigida por Alcón en la Sala Casacuberta), y de sus particularidades en las pruebas de vestuario: “un momento en sí mismo para los actores, que necesitamos sentirnos cómodos con lo que vestimos”.  Por su parte, el actor se mostró agradecido de poder contar con un libro que, según confesó, hubiera sido de gran ayuda en sus épocas de conservatorio.

Luego de los actores, fue el turno de Carlos Pacheco, periodista e investigador teatral que tuvo a su cargo el diseño del guion curatorial y los ejes de la investigación para la producción de los textos y del contenido del libro, y de Jorge Telerman, Director General del Complejo Teatral, quien rescató el valor del teatro y de quienes participan de la Fundación: “que, más que amigos, son enamorados del Teatro San Martín”. 

El libro tiene su origen en un proyecto, que  impulsado por la Fundación, logró consolidar un fondo de exhibición integrado por las piezas de más alto valor por su confección, su diseño y su historia individual, a partir de preservar e identificar aquellas piezas que necesitaban un cuidado y tratamiento especial. Coordinado íntegramente por la Fundación, dicho proyecto fue declarado de interés por el Régimen de Promoción Cultural del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y se distinguió por recuperar el  Centro de Vestuario del Complejo Teatral  (inaugurado en 2013 y ubicado en Zabala 3654, en el barrio de Chacarita), que actualmente cuenta con más de 30.000 prendas organizadas mediante un programa informático llamado XIRGU, desarrollado especialmente para tal fin.

Con el apoyo de la Ley de Mecenazgo y de varios auspiciantes, se confeccionó Colección Tesoro. Vestuario del Teatro San Martín, cuyo diseño estuvo a cargo del Estudio Marius Riveiro Villar y el arte fotográfico, en manos de Abraáo Ferreira y su equipo. El presente volumen exhibe una selección de más de sesenta prendas pertenecientes a la Colección Tesoro, integrada por las piezas de más alto valor patrimonial tanto por su confección, su diseño y por la historia individual de cada prenda correctamente catalogada. De ese modo, el criterio curatorial abarcó un recorrido por distintas obras que van desde 1963 hasta 2014, articuladas con las voces de los responsables de su creación, exponentes de la talla de Marta Albertinazzi, Alberto Bellatti, Héctor Calmet, Jorge Ferrari, Graciela Galán, Nené Murúa, Leonor Puga Sabaté, Renata Schussheim, Eugenio Zanetti, Mini Zuccheri, entre otros artistas. Ellos cedieron bocetos originales para enriquecer los testimonios, además de brindar entrevistas acerca de tópicos como su inserción en el mundo del vestuario, su concepción estética a la hora de crear, su relación con los actores y/o bailarines a quienes deben vestir, el porqué de la elección de determinadas telas, la relación entre la moda y el vestuario, y en el caso de los diseñadores ya fallecidos, se realizó una breve síntesis de su trabajo creativo dentro del teatro argentino.


La presentación se realizó el jueves 13 de octubre en el Auditorio Banco Ciudad. 



En conmemoración a la inauguración –el 30 de noviembre de 1783- del Teatro de la Ranchería, mañana se celebra el Día Nacional del Teatro. Ubicado en las calles Perú y Alsina, el Teatro de la Ranchería fue el primero que existió en Buenos Aires y se destruyó por completo en 1792 a raíz de un incendio. En consonancia con los festejos, el Complejo Teatral de Buenos Aires ofrecerá  de manera gratuita la entrada a la función de este miércoles 30 de Un mechón de tu pelo, la obra de Luis Cano que protagoniza el dúo teatral Ácido Carmín en el Teatro Regio.



El pasado miércoles 21 de diciembre, el histórico director del Teatro San Martín fue nombrado "Personalidad Destaca de la Ciudad de Buenos Aires en el ámbito de la Cultura" por la Legislatura porteña. El acto se celebró en el Salón Dorado del Teatro Colón y asistieron, además de funcionarios del área de la cultura, muchos amigos y trabajadores del Teatro San Martín

KIVE STAIFF POR HERMENEGILDO SÁBAT


La historia no es muy diferente a la de tantos inmigrantes que, afincados hacia fines del siglo XIX en pueblos del interior de la Argentina, en algún momento de sus vidas debieron abandonar, no sin dolor, esa tierra adoptada para viajar a Buenos Aires en busca de mejores oportunidades. En el caso de David Staiff, colono judío de Besarabia, la difícil decisión fue motivada por la necesidad de conseguir una mejor educación para sus hijos. En Escriña, un paraje perdido de la provincia de Entre Ríos que no muchos entrerrianos conocen, donde David se había establecido junto con su esposa, argentina de primera generación, había una pequeña escuelita atendida por una sola maestra y lo mejor que podía ofrecer a sus hijos era el segundo grado. David no dudó en dejar esa tierra y los caballos que tanto amaba para venirse a Buenos Aires, donde no le fue muy bien: terminó convertido en un comerciante a quien le fracasaron todos los negocios que encaró. Pero sus hijos pudieron terminar sus estudios en un colegio comercial, que era la mejor forma de aprender un oficio; así Aquiva Staiff se recibió de perito mercantil y no le quedó otra alternativa que ingresar en Ciencias Económicas en la Universidad de Buenos Aires, carrera que por cierto no terminó, ya que trabajaba como contador y le iba muy bien. Hasta que en cierto momento le picó el “bichito” del teatro y el periodismo cultural: integró como director periodístico y crítico las hoy míticas redacciones del diario La Opinión y de las revistas Confirmado y Análisis. Fundó su propia revista especializada (Teatro XX) y, en 1971, fue nombrado Director General y Artístico del Teatro San Martín de Buenos Aires, cargo que ocupó hasta 1973, cuando fue despedido de forma poco cordial por el gobierno peronista. Volvió al San Martín en 1976 y ejerció una gestión que aún hoy divide aguas entre quienes consideran que el San Martín fue por entonces una “isla” que, en plena dictadura, se atrevió a poner en escena a Brecht, García Lorca, Gógol o Bernard Shaw, y aquellos que no le perdonaron ser funcionario de un gobierno militar. Como fuera, durante esos años Kive creó el elenco estable, el Ballet Contemporáneo y el Grupo de Titiriteros; convirtió una vetusta confitería en una nueva sala experimental (la Cunill Cabanellas), e inauguró una temporada internacional que trajo a Buenos Aires a las figuras más relevantes de la escena del mundo. Con el regreso de la democracia, Kive fue ratificado en su puesto, afianzando al San Martín como el faro indiscutido del teatro porteño, tanto por las versiones de los clásicos como por el descubrimiento de nuevos y talentosos autores y directores. En 1990 se desempeñó como responsable de las artes de la representación en la Fundación Banco Patricios y, un año después, fue nombrado Director General de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, con rango de embajador. En 1996 asumió la dirección del Teatro Colón, en 1998 volvió a asumir la dirección del Teatro San Martín y, en 2000, le fue encomendada la conducción del Complejo Teatral de Buenos Aires. Staiff también fue responsable de la programación artística argentina en la EXPO SEVILLA ‘92 y del pabellón argentino en la VII Feria Internacional del Libro de Bogotá (Colombia). Entre las numerosas distinciones que recibió por su trayectoria se cuenta el título de Oficial de la Orden de las Artes otorgado por el Gobierno de Francia y, en octubre de 2016, la Legislatura porteña lo declaró Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el ámbito de la Cultura. 



EN PRIMERA PERSONA

En esta vida, transcurrida la mayor parte en esta ciudad hermosa y desconcertante que es Buenos Aires, tienen para mí un peso extraordinario los recuerdos de mi paso por el Teatro San Martín, donde llegué por mi condición de periodista, secretario de redacción y crítico teatral en el diario La Opinión. Algunos compañeros de este diario, los escritores Juan Gelman y Miguel Briante, el extraordinario Hermenegildo Sabat, los hermanos Juan y Jorge Cedrón, me alentaron a hacerlo. 

Vienen a mi mente anécdotas que seguramente sublimé artísticamente con el correr del tiempo. El Teatro San Martín es para mí un manojo de sentimientos instalado en mi memoria. Me retrotrae a mi padre, un impagable lector de Sholem Aleijem para su audiencia: hijos, sobrinos, primos, familiares; y un actor espléndido, según creo ahora, que de alguna manera me guió hasta acá.

Entre mis recuerdos aparece el personal del Teatro San Martín, allá por el año 2000, coreando al unísono ante la posibilidad de mi candidatura al puesto de Secretario de Cultura de la ciudad de Buenos Aires: “Kive no te vayas, Kive vení, quedate en el teatro y no ‘vamo’ a divertir”. 

Rastreando en mi memoria recuerdo también aquel estudiante que lloraba silenciosamente como espectador de una función de Stefano de Discépolo, o aquel arquitecto que ofreció su trabajo gratuito para “devolverle al San Martín” todo lo que el Teatro le entregó desde su adolescencia, o la carta de una ex desaparecida durante la dictadura militar de 1976-83 sobre lo que el Teatro San Martín significó para ella como símbolo de su retorno a la vida. El trabajo en tres etapas diferentes, con grandes aciertos en la mayoría de los espectáculos, pero también algún fracaso antológico, valió la pena. 

Y espero que algo de mi paso por el Teatro haya quedado en el alma de los espectadores.


Kive Staiff   




El sábado 4 y el domingo 5 de marzo el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, que se está presentando los fines de semana del mes de marzo en el Anfiteatro de Parque Centenario, ofreció funciones a sala llena. Dirigido por Andrea Chinetti, el cuerpo estable de danza del San Martín se presentó ante una multitud de espectadores, que disfrutaron con entrada gratuita de un programa integrado por coreografías de Mauricio Wainrot y Elizabeth de Chapeaurouge. 

Asimismo, el Teatro de la Ribera colmó su capacidad con el ciclo de música Besos en La Boca, en el que se presentaron Edgardo Cardozo & Juan Quintero, el sábado 4, y De Boca en Boca, el domingo 5.  

El Ballet Contemporáneo continuará brindando funciones en el Anfiteatro de Parque Centenario (Av. Ángel Gallardo y Leopoldo Marechal, con entrada por Av. Lillo), hasta el 19 de marzo, los viernes, sábados y domingos a las 20.30. Entrada libre y gratuita. Se suspende por lluvia.

Las últimas funciones de Besos en La Boca serán el sábado 11 y el domingo 12 de marzo a las 19 hs, con Mariano Loiácono Quinteto y Sandra Mihanovich & Adrián Iaies, respectivamente. Entrada general: $50 / Entradas con descuento para jubilados y estudiantes. Teatro de la Ribera (Avenida Pedro de Mendoza 1821).